El ser humano
cada vez se aleja más de serlo, en estos tiempos los valores por la integridad
moral y física de una persona ha pasado a la historia, porque personas con
discapacidades o en etapa de niñez-adolescencia son víctimas de violaciones. En
su mayoría es la mujer la más afectada por ser vista desde la antigüedad como
el sexo débil, muchos casos quedan impunes y muchos otros guardados en silencio,
porque el agravante de forcejar u obligar a la mujer sexualmente se justifica
con su estado de lucidez (bajo efectos de alcohol o drogas) o vestimenta. La religión,
la edad y raras veces el racismo son factores que ponen en el punto de mira a
la mujer ante enfermos sexuales que se aprovechan de ella para agredirla, desprestigiarla.
Cada año el
machismo cobra lamentablemente más víctimas, porque no hay un seguimiento desde
la primera denuncia o indicio de violencia. Las instituciones, hogares y círculos
sociales deberían aportar más con ejemplos, correcciones por la igualdad de género
ya que como en todos los tiempos ambos sexos se complementan, la rivalidad debería
ser: ser cada vez mejores como personas,
porque la diferencia sexual es algo que por naturaleza ya traemos, la unión es
la fuerza y con un trabajo conjunto podemos reducir la tasa de mortalidad por
violencia de género y victimas del mismo machismo.
Fuente: Huffingtonpost.es (27-11-2017)
Adaptado Por: Erick Ulises Ramírez Peña.
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